Terapias de Reemplazo Renal Continuas (TRRC): qué son, tipos e importancia en pacientes críticos
Las terapias de reemplazo renal continuas (TRRC) son uno de los avances más importantes en el cuidado de pacientes críticos con insuficiencia renal. A diferencia de la hemodiálisis convencional, que suele realizarse en sesiones de varias horas, la TRRC funciona de manera continua durante 24-72 horas, permitiendo un proceso más leve y estable para quienes se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). En este artículo conocerás qué es la CRRT, en qué casos se utiliza, sus principales modalidades, ventajas y hacia dónde se dirige su desarrollo.
¿Qué es la TRRC?
La TRRC es una terapia de depuración extracorpórea que sustituye parcialmente la función de los riñones en pacientes con insuficiencia renal aguda. Su principal característica es que trabaja de forma lenta y continua, eliminando líquidos y toxinas sin provocar los cambios bruscos de presión o electrolitos que pueden ocurrir con la hemodiálisis intermitente.
Es especialmente recomendada en pacientes con inestabilidad hemodinámica (presión arterial anormal o inestable y un flujo sanguíneo inadecuado en todo el cuerpo), como aquellos en estado crítico, con sepsis o fallo multiorgánico.
¿Por qué se usa la TRRC en pacientes críticos?
En las UCI es común que los pacientes presenten sobrecarga de líquidos, alteraciones electrolíticas, acidosis metabólica o incluso insuficiencia renal aguda como complicación.
La TRRC se convierte en la mejor alternativa porque:
- Mantiene el equilibrio de líquidos de manera constante.
- Evita fluctuaciones bruscas de presión arterial.
- Permite la eliminación de toxinas de forma progresiva y controlada.
Modalidades de TRRC
Existen diferentes modalidades, según la técnica de depuración utilizada:
- CVVH (hemofiltración continua veno-venosa): Utiliza un gradiente de presión hidrostática para eliminar grandes volúmenes de líquido (ultrafiltrado) a través de una membrana permeable. Este proceso se centra en la eliminación de solutos y líquidos mediante convección.
- CVVHD (hemodiálisis continua veno-venosa): La depuración de la sangre se logra principalmente a través de la difusión de solutos a través de una membrana semipermeable. Se utiliza un líquido de diálisis que circula en sentido contrario al flujo sanguíneo.
- CVVHDF (hemodiafiltración continua): Es una modalidad que combina los mecanismos de la hemofiltración (convección) y la hemodiálisis (difusión) para una depuración más eficiente, eliminando tanto solutos pequeños como moléculas de peso medio.
- SCUF (ultrafiltración continua lenta): Es una modalidad más sencilla que se utiliza principalmente para la eliminación controlada del exceso de líquido (ultrafiltración) en pacientes con sobrecarga de volumen, con una depuración de solutos menos significativa.
Cada modalidad se adapta a la condición del paciente y a los objetivos clínicos del equipo médico.
Indicaciones más comunes
La TRRC está indicada en pacientes con:
- Lesión renal aguda que no toleran la hemodiálisis convencional.
- Sobrecarga de líquidos resistente a diuréticos.
- Hiperkalemia o acidosis metabólica graves.
- Estados de sepsis o shock séptico donde, además de la depuración, puede ayudar a modular la respuesta inflamatoria.
Ventajas frente a la hemodiálisis convencional
A diferencia de la diálisis intermitente, la TRRC ofrece:
- Mayor estabilidad hemodinámica: no provoca caídas bruscas de presión arterial.
- Mejor control del balance de líquidos, ideal en pacientes críticos con edema pulmonar o sobrecarga.
- Eliminación más eficiente de moléculas medianas y grandes, no solo de pequeñas toxinas.
Retos y consideraciones en la práctica
Aunque es una terapia muy útil, la TRRC también implica desafíos:
- Requiere soluciones anticoagulantes para evitar la coagulación del circuito.
- Puede aumentar el riesgo de infecciones por el uso de accesos vasculares.
- Su costo y la necesidad de personal entrenado la convierten en una técnica demandante para los sistemas de salud.
El futuro de la TRRC
La investigación apunta hacia el desarrollo de:
- Filtros más biocompatibles que reduzcan complicaciones.
- Máquinas inteligentes capaces de ajustar parámetros en tiempo real.
- Integración con otras terapias extracorpóreas, ampliando sus beneficios en pacientes críticos.
La TRRC se perfila como una herramienta cada vez más indispensable en el manejo integral de pacientes graves, aportando seguridad y estabilidad donde otras terapias no son viables.
Referencias
- Diálisis y Trasplante (Elsevier) – The use of continuous renal replacement therapies in the critically ill
- My American Nurse – Continuous renal replacement therapy: Dialysis for critically ill patients
- National Center for Biotechnology Information (NCBI) – Anticoagulation strategies in CRRT



